«PASADO, PRESENTE Y FUTURO ABRAZADOS». ceras y acrílicos sobre papel. 100 x 70 cms. 15-07-2014
El pasado no se fue, está vivo en el presente.
Parecería que los acontecimientos pasados ya no pueden modificarse. Está claro que no podemos retroceder en el Tiempo y conspirar para que lo que me aconteció en el pasado no suceda. Los hechos físicos no se pueden transformar. Pero lo que si se puede cambiar es la vivencia que tengo yo de esos hechos concretos.
El pasado está vivo y podemos transformarlo en el presente. Pero para ello debemos tener la valentía de asumir que tuvimos parte de responsabilidad en lo que ocurrió antes.
Si concebimos el Tiempo como algo lineal, es el pasado quién condiciona el presente y tal vez demos más importancia a lo que ocurrió que a lo que está sucediendo ahora. Nos entrampamos. Quizás por que necesitamos agarrarnos a algo para saber quienes somos. No saber quienes somos ni a dónde vamos nos crea ansiedad. Individual y colectivamente.
Pero si pienso en mi como alguien que está en construcción; que es un ser vivo no porque tiene vida, sino porque construye en cada momento con los elementos que le fueron dados y con otros que va creando o incluso encontrando en el camino; esta ansiedad disminuye. Porque cuando nos ponemos a construir algo, vamos aprendiendo que lo que no nos gusta se puede transformar.
Tenemos la capacidad de «rehistoriar» (concepto de John Paul Lederach) nuestro pasado en cada momento presente, no quedarnos pegados a algo que ya pasó y crear desde ahora otro futuro, independientemente de los acontecimientos que vengan.
«El Tiempo no es la esencia, es lo esencial», y quizás nosotros seamos la huella que deja el Tiempo, lo que necesita el Tiempo para hacerse visible.
Auténticas obras de Arte.
No enmarcadas y listas para exponerse en un Museo… y sí en pleno proceso de creación.