«QUE LA SONRISA NO SIRVA PARA TAPAR LA TRISTEZA». ceras, acrílicos y tristeza sobre papel. 100 x 70 cms. 28-11-2013
Me despisté por un momento y me caí. La tristeza también va aprendiendo y es capaz de colarse por rendijas cada vez aparentemente más estrechas.
Este cuadro lo pinté la semana pasada con ceras, acrílicos y tristeza. No tanto con la intención de dejarla sobre el papel y sí con la idea de estar jugando con ella, elaborándola y abrazándola…o tal vez las dos cosas a la vez.
No sé.
Cuando entró Reyes al Laboratorio y lo vio terminado me comentó que «ahora parece que tiene más color».
Y aunque pueda transmitir lo que sentía en ese momento, también pienso que tiene una chispa de alegría, supongo que las pegatinas de Oihana de la parte inferior le dan ese toque festivo. O quizás a medida que lo realizaba la tristeza se iba transformando en otra cosa…
No lo sé.
La figura de la imagen se siente fracasada y cansada. Parece que lleva tiempo trabajando en algo que no llega.
De vez en cuando creo necesario estar en contacto con este sentimiento. Para ser consciente de dónde me encuentro y volver a coger fuerzas…por eso le he puesto este titulo: «QUE LA SONRISA NO SIRVA PARA TAPAR LA TRISTEZA»
Fue curioso.
Esa misma tarde recibí un correo del Museo Wurth. Gracias a Celia, semanas atrás me había presentado a una convocatoria que lleva por titulo Estudio 120m en la que durante un mes (del 12 de diciembre al 12 de enero) el atrio del Museo se cubrirá con obras de diferentes artistas con la intención de darles una oportunidad para que puedan exponer y que el público pueda decidir qué trabajos de tres artistas quiere ver en una exposición que se celebrará la primavera que viene. Durante estas navidades el que se acerque al Museo Wurth podrá votar por una obra y los artistas de las tres obras más votadas tendrán la oportunidad de exponer en primavera. Todo un lujo, conociendo este Museo.
El correo me confirmaba que mi obra «TOPAKETA – ENCUENTRO» había sido seleccionada para formar parte de esta exposición colectiva que se celebrará entre el 12 de diciembre y el 12 de enero. Y tal vez, en primavera pueda exponer otra selección de mi trabajo allí mismo. Por que no…habrá que jugar.
Doy gracias por todo ello.
La tristeza fue dejando sitio a las ganas de seguir trabajando… pero esta vez, con los pies en la tierra.
Hasta la próxima vez que me vuelva a caer.