«EMAN DEZAGUN». («imaginemos que…»), imagen tomada con el teléfono en el Hospital Garcia Orcoyen, Estella-Lizarra y Adobe Photoshop.
«El cerebro no se limita a ser un órgano capaz de conservar o reproducir nuestras pasadas experiencias, es también un órgano combinador, creador, capaz de reelaborar y crear con elementos de experiencias pasadas nuevas normas y planteamientos.
Si la actividad de hombres y mujeres se redujera a repetir el pasado, el ser humano sería un ser envuelto exclusivamente hacia el ayer e incapaz de adaptarse al mañana diferente. Es precisamente la actividad creadora la que hace de él un ser proyectado hacia el futuro, un ser que contribuye a crear y que modifica su presente.
(…) En su acepción vulgar suele entenderse por imaginación y fantasía a lo irreal, a lo que no se ajusta a la realidad y que, por lo tanto, carece de valor práctico. Pero, a fin de cuentas, la imaginación, como base de toda actividad creadora, se manifiesta por igual en todos los aspectos de la vida cultural posibilitando la creación artística, científica y técnica.
En este sentido, absolutamente todo lo que nos rodea y ha sido creado por la mano de hombres y mujeres, todo el mundo de la cultura, a diferencia del mundo de la naturaleza, todo ello es producto de la imaginación y de la creación humana, basado en la imaginación»
L.S. Vigotsky, LA IMAGINACIÓN Y EL ARTE EN LA INFANCIA. Akal, Básica de Bolsillo. Editada por primera vez en 1930.